22 de julio de 2021
Ayer no cumplí la promesa de escribir a diario, la entrada al wordpress me lo impidió, daba error, a veces pasa. A veces pasa que la vida te da error. El despertador suena, ¿la hora? depende, en mi caso suena a las 5:45. Te levantas de la cama y arrastras tus pies hasta el baño, y ahí comienza tu día. Un día que sabes todo lo que vas a hacer.
Pero hay días que no, que de repente, no se sabe muy bien por qué, cosas del destino dicen, todo se da la vuelta y lo que esperabas que aconteciera no acontece, y todo tu equilibrio se desequilibra, y lo que era ya no es, y lo que estaba ya no está…
Sí, ya sé que esto comparado con que el wordpress diera error no tiene mucho que ver, es algo nimio, o no. ¿Crees que somos animalillos de costumbres? yo pienso que sí, lo cotidiano, lo esperado, en cierto modo nos calma, nos da seguridad, control. La incertidumbre nos desequilibra, nos deja al borde del abismo, ¡pero es que la vida es así!
Puede ser que llevamos millones de años sin saberlo, y de repente un día algo pasa que te hace tambalear y no saber qué pasará en el siguiente capítulo.
Quiero vivir con la incertidumbre y no con el control. El bordado también es pura incertidumbre. No hablo del bordado perfecto, con una guía de puntos establecidos, hablo del bordado que nace de la creatividad, de un pensamiento que una vez bordado quizás no tenga mucho que ver con lo pensado.
Los hilos te guían, te llaman, de este tema me gustaría hablar un día, es muy interesante. Pero sigamos con la incertidumbre, ahora mismo no sé qué más decir, mi madre acaba de aparecer por la cocina y mi idea sobre que iba a estar yo sola escribiendo guiada por la musa de la inspiración creativa se ha esfumado, ahora no me concentro, se fue.
No sé qué me espera hoy, tengo mi agenda programada, ¿se cumplirá todo?