Ilustración

23 de julio de 2021

Me he enamorado de la ilustración, no del periodo histórico, sino de la técnica artística. Esta mañana he leído unas  palabras que salieron de la ilustradora Beatrice Alemagna, que hablaban sobre el amor a los cuentos de su infancia. Me he identificado totalmente con ella, y han venido a mi memoria recuerdos de mi niñez, rodeada de cuentos, aún hoy conservo algunos de ellos. Observaba meticulosamente cada dibujo, cada expresión, los colores, los escenarios.

Recuerdo que me encantaba tocar las hojas, su textura, cada cuento tenía la suya en particular. Creé un mundo paralelo con ellos, y me sumergí completamente en sus imágenes e historias. Crecí y los guardé en una caja, que curiosamente en las cinco mudanzas que llevo por ahora, me han acompañado siempre. Incluso han sobrevivido a las manitas de mis cinco hijos.

Las ilustraciones infantiles son el alma del cuento. El texto su espíritu. Los dos si son coherentes crearán una obra maestra. Existen textos que no necesitan nada, sus palabras completan la obra. Existen ilustraciones que no necesitan texto, la imagen habla por sí sola. Combinar ambas artes, se convierte en un arte más.

Quiero aprender a ilustrar con hilos, estoy en ello, me emociona sobremanera pensar en ello y, hacia allá que voy.