12 de mayo de 2023
Empiezo a escribir y me pregunto, no, no me pregunto, afirmo que he elegido una “opción” de blog un tanto peculiar. Es un blog, se supone que de bordado, pero que de lo que menos hablo es de bordado, aunque sí que está presente, aunque sea de forma visual.
Me apoyo en el bordado para mostrar aquellos aspectos vitales o emocionales que me interesan o me llaman la atención. Podría ser un blog de autoayuda, de psicología, de terapias alternativas, de espiritualidad, de relatos…
Todo menos bordado ¡qué loco! ¿no? Bueno, pienso que es interesante no encasillarse, a pesar de vivir en una sociedad en la que lo que primero que te preguntan cuando aún no sabes o recuerdas el nombre de la persona que te han presentado es a qué te dedicas.
Eso es algo que me ha preocupado durante toda mi vida. Desde muy joven, comparado con el momento actual, fui madre y decidí ser madre, no profesional, bueno sí en lo que respecta a la maternidad, pero claro al no ser remunerado no se consideraba, ni se considera un oficio, y menudo oficio, la jubilación no existe en este oficio.
Tengo una amiga de 99 años que sigue ejerciendo de madre, y aún depende de la opinión de sus hijos, no digo nada porque me imagino en esa edad e igual me veo en esa misma situación… acabo de darme cuenta que me estoy yendo por las ramas, aún no he hablado de la humildad ¡UPS!
La humildad, esta semana ha estado muy presente en mi vida, diría que ha sido auto invitada. Ha compartido conmigo momentos cotidianos, mientras bordaba, cocinaba, comía, tejía… allí estaba ella, recordándome que soy un ser finito e ignorante.
A ver, no me lo decía para hacerme sentir mal, sino para que crezca y, observe mi vida, mis actos que van de la mano de mis pensamientos, y me he dado cuenta que quiero controlar todo, y que quiero saber todo. Error garrafal. Gracias a esta amiga, ahora sí que es mi amiga, y mejores amigas.
La humildad no es humillarse, es ser fuerte, es reconocer mis limitaciones y aprender de ellas, es saber-me que no sé nada, como dijo el filósofo Sócrates “Solo sé que no sé nada” no sé nada y quiero seguir aprendiendo hasta el fin de mis días en este plano de conciencia.
Saber que cuando subo, también puedo bajar y que está bien, que el bajar me va a ofrecer la oportunidad de seguir aprendiendo para volver a subir y, así saber que de esto va la vida, de estar en las alturas y otras veces en las más oscuras de las profundidades del alma.
Aprender, siempre aprender…
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