19 de julio de 2021

Hace mucho tiempo que no entro a escribir en el blog, bueno, ni a escribir ni a publicar imagen. No sé si a ti te pasará, pero a mi me cuesta mucho estar al día en las redes sociales, lo vivo como una presión, y sé que es necesario, al menos es lo que dice todo el mundo, pero tampoco me inclino mucho por lo que dice o hace «todo el mundo».

Pero sí, lo voy a cumplir, al menos lo voy a intentar. Voy a escribir a diario en el blog. ¿Quién me leerá?, eso es otra. No tengo ni la más remota idea. Digo yo que alguien me leerá. Creo que hay que entrar en la página web, y si la persona le entra curiosidad por saber qué se cuece por el blog, entrará.

A mi me pasa, que cuando visito una página web y entro en el blog, me decepciona leer la fecha que no se corresponde a la actual, igual la última vez que se publicó algo en el blog fue hace dos años. Siempre pensé que a mi eso no me iba a pasar, ya que era importante estar al día, y mantener informada a la audiencia de lo que tú crees que le pueda interesar.

A mí me interesa bordar, escribir, leer. Las tres actividades van de la mano, por eso me gusta escribir en el blog, pero ojo, cometo el error en pensar que nadie me va a leer y dejo de hacerlo. ¿Qué me pasa entonces? ¿realmente quiero escribir? o ¿quiero que se me lea? Sí, ambas opciones me interesan, si lo pienso bien, lo que más me gusta es escribir. y si después me leen, mejor que mejor.

Hoy voy a hablar de las crisis creativas, las sufro, y los que conviven conmigo también. Es horrible, saber que hay algo dentro que quiere salir, peor aún no sabes qué es. Mi gesto cambia, la seriedad se invita a sí misma, sin haber sido invitada, y convive conmigo por un periodo de tiempo sin fecha de salida, a veces dura poco otras mucho. Me enfado, me deprimo, lloro. Me siento muy, muy insignificante. Mi vida no tiene sentido, no sirvo para nada, nunca he hecho nada, blablablabla, agotadora.

Hasta que de repente un día, por arte de magia, la inspiración entra en mi, sin haber sido invitada y de un plumazo, muy sutil porque la inspiración es así, sutil, da un empujoncito a la seriedad con su drama y la hecha de mi habitáculo. A partir de entonces todo cambia. La sonrisa se dibuja en mi cara, mis ojos se iluminan y no paro de agradecer la vida tan increíble que tengo, me admira lo ingeniosa que soy y los bordados tan bonitos que bordo.

Hasta la siguiente, en serio, ¿va a ser esto siempre así?