Hoy me he levantado no sé cómo, quizás como el día, o como la noche. La noche a mí personalmente me afecta, es decir, los sueños que hay dentro de la noche. Hoy he tenido de esos sueños que se levantan contigo, no se quedan ahí en la cama cuando uno se levanta, no, estos sueños son acompañantes de tu día, y aunque no los veas sí que están. Suelen ser sueños que no es fácil encontrar una interpretación coherente, bueno la verdad es que nuestro inconsciente, que es el que se desmarra cuando nuestra parte consciente está dormida, se monta unas películas que ni te cuento.

Es muy divertido cuando aparecen en los sueños personas que hace años no sabes nada de ellas, o cuando aparece un personaje famoso y en el sueño es un colega tuyo y habláis como cuando hablas con tu madre, vamos como de andar por casa, pero ay amigo… lo que no mola nada es cuando son sueños angustiosos, de esos que te persiguen y no puedes correr o cuando quieres pedir socorro y no te sale la voz, uffff esos son de traca.

Vuelvo al principio que me enrollo con los sueños, no sé si te habrás dado cuenta que es un tema que me fascina. El caso que el sueño que tuve anoche como antes he comentado es de los que no quieren desaparecer y deciden por sí mismos estar contigo, a lo mejor quieren aprender cómo es el mundo de vigilia, que personalmente cada vez estoy más convencida que en vigilia es cuando más dormidos estamos, y aquí está ahora mismo sentado a mi izquierda esperando a que termine de escribir para seguirme en todas mis actividades de hoy.

Ya sé que quieres que te cuente mi sueño, pero es que me acaba de decir que por favor no lo cuente, que es algo entre él y yo, y bueno, quiero respetar su decisión. Tú lo entiendes ¿verdad?, a lo mejor un día de estos te lo cuento.