4 de abril de 2022
Aún me cuesta escribir abril, sigo en marzo. He estado hablando con mi hija sobre las horas que dedica un escritor a su trabajo. Le comentaba que hace unos días escuché una entrevista que le hacían a un escritor portugués llamado Afonso Cruz y decía que su trabajo diario consistía en seis horas de lectura y dos de escritura.
Mi hija que este año ha comenzado la carrera de Bellas Artes me respondía que ella se pasa seis horas pintando en clase y después dos o más horas en casa. Así es la vida de un artista ha de dedicar tiempo al aprendizaje y tiempo a llevar a cabo lo aprendido, y nunca se deja de aprender.
El bordado para mí también es así, muchas horas de aprender y otras tantas de llevar a la tela lo aprendido. Los puntos de bordado no tienen límite, por eso comentaba ayer que me gustaría aprender en escuelas físicas de la mano de hombres y mujeres con años de trayectoria, y aparte saber qué hay detrás de esos puntos, en México por ejemplo hay mucho simbolismo en sus bordados, no sé si en España también existirán esas leyendas que se han transmitido de generación en generación.
Con lo cual hago un llamado desde el mundo virtual para que si alguien sabe dónde se puede aprender este tipo de bordado, por favor que se ponga en contacto conmigo por privado.
¡Muchas gracias!
Te presento el punto de rejilla. Se borda una serie de puntos lanzados verticales y por encima de estos otros tantos puntos horizontales. Se fijan estos con pequeños puntos de cruz. Es interesante cambiar el color del hilo para ver mejor su resultado.