22 de enero de 2022
Ya estamos a 22 de enero. Me parece increíble. El tiempo pasa muy rápido y al mismo tiempo yo me siento muy lenta, poco productiva. Es extraño, dicen que depende de la percepción, desde dónde se vive lo que se vive.
Hoy estuve en el centro de la ciudad, Madrid, en la zona de mercería, telas, lo que más me puede gustar en esta vida aparte de las lanas y los libros, sí, hoy he sido consciente de ello. He entrado en un gran comercio de telas y ahí se me olvida qué soy. Lo mismo me pasa cuando entro en una librería o en una tienda de lanas. Me leería todos los libros, me compraría todas las lanas y también todas las telas. ¡Qué locura! quizás haya que filtrar y quedarme con lo esencial.
Espera, se me olvidaba la mercería, ahí también me pierdo en todos sus artículos. Lo que iba diciendo, que quizás tenga que filtrar, bueno es lo que estoy haciendo en estos momentos, por ahora el bordado es la estrella de mis locuras.
Te presento el punto margarita, es una cadeneta, que aún no hemos visto. La aguja se envuelve en el hilo para retornar al principio, es decir el principio y el fin son uno mientras el hilo envuelve la aguja y acaba con una puntada en el otro extremo. Como la vida misma, un principio y un fin envuelto en una vida que acaba con un toque de gracia, aunque dicen que la vida es eterna y que nada acaba, es decir, que la muerte no existe.
Esto lo hablaremos en otro momento porque ya sabes que es un tema que me fascina.
Feliz sábado.