18 de enero de 2022
Mi hijo Juan vuela hoy a Japón. Ya sé que no tiene que ver con el punto de bordado llamado «de bastilla», pero quizás sí. Es un camino lineal en el cual hay puntadas separadas unas de otras, el espacio entre ellas lo pone la intención del que borda y lo que quiere conseguir con ello.
Pasitos que van hacia delante para volver atrás, podríamos decir que es exactamente igual al «punto atrás» o «pespunte» la diferencia es que en este hay una pequeña separación, y ahí retomamos el inicio de este mensaje. Mi hijo Juan vuela hacia Japón, un paso hacia delante que deja una separación con lo vivido antes de su marcha, pero que vuelve a ella, es decir, vuelve o volvemos todos los que pertenecemos a este núcleo familiar con el recuerdo.
Viajar en el tiempo, eso que siempre se deseó en las películas de ciencia ficción, no nos enseñaron, ni aún hoy nos lo creemos, que sí que lo podemos hacer. Solo has de cerrar tus ojos e ir hacia atrás o hacia delante, «punto de bastilla».
Recréate en lo que deseas conseguir basándote en un simple recuerdo, mejor que sea un recuerdo agradable que desagradable para que se cumpla. Cierro los ojos y viajo en el tiempo y recuerdo los momentos que hemos vivido los siete juntos, risas, bailes, cantos, comidas, bebidas, anécdotas y mucha, mucha risa.
Y voy hacia delante para dar la puntada de desear lo mejor para cada uno de mis hijos, sea lo que sea que hayan de vivir, y vuelvo hacia atrás para recordar de nuevo todo lo bueno, y dar otro paso más hacia el futuro. Futuro incierto, pero que en el fondo ya hay un trazo que quedó marcado atrás, en el pasado que ha hecho que se dé ese paso con una intención, nueva intención.
Volvamos al bordado. Ayer descubrí el punto de bordado español. Es un mundo inagotable este de las puntadas de bordado. Lo desconocía por completo. Te voy a dejar un artículo sobre este punto de bordado que se borda en tela de vichy, es la guía para que salgan diferentes diseños. Me gusta, sobre todo porque soy una apasionada del vichy.