Divinas palabras

20 de abril de 2023

Hace mucho que no escribo en este blog. Me he estado informando acerca de cómo dar a conocer tu blog y uno de los requisitos es que lo que compartes ha de interesar al público. Pregunta importante y esencial ¿Cuál es mi público? pues quiero pensar que las personas que se interesan por el bordado sería mi público ¿no?

Pero, siempre hay un pero, parece ser que no es así. Algo falla. Busco el significado de la palabra «falla» y encuentro lo siguiente: «Defecto material de una cosa, especialmente de una tela, que la hace menos resistente».

Hay un defecto en el material, no ofrezco buena calidad, no es suficientemente resistente. Así es, o al menos así me siento últimamente. El problema que encuentro es mi mente, mi forma de pensar en cómo y no empezar por el qué.

¿Qué quiero ofrecer? ¿Qué quiero ofrecer-me? Me encanta bordar, entro en estado de, podríamos llamar «estasis». Quizás es que no sé transmitir ese estado y por eso no llega a ese público, que es como una nube que está por ahí arriba y no aterriza, no rompe y no cae el agua.

Quizás el bordado para mí es algo muy íntimo, muy personal y por eso no tiene el alcance suficiente y, eso lo detecta el algoritmo que lee las mentes de los que colgamos las fotos de nuestra existencia y decide no trabajar en ello porque intuye que no tiene suficiente arraigo y algo «falla».

Divinas palabras. Ahí quiero llegar, las palabras que se hacen divinas, pero que a través de ellas, según Valle Inclán, que fue el autor de dicha obra, también transmiten, violencia, lujuria, lo irracional y la muerte.

Me quedo con estas dos últimas palabras, lo irracional y la muerte. Lo irracional por cómo veo el mundo, a veces, sobre todo llevado a mi trabajo con el bordado que para darme a conocer dependo de una inteligencia artificial, porque no puedo permitirme ser dueña de un local y estar a pie de calle para ser visible (esto suena muy negativo) y la muerte, pero la muerte como fin sino como oportunidad, morir a lo que hasta ahora he realizado para empezar otro camino, desde otro lugar.

Desde ¿dónde? desde mi deseo.

Quiero tener mi especio propio y compartirlo con todo aquél que le interese lo que ofrezco.

DIVINAS PALABRAS