12 de abril de 2022
¡Hola! de nuevo por aquí. Espero que te encuentres muy bien, me imagino que sí porque esta semana es algo especial, es una semana más corta que las que vivimos normalmente, y eso siempre sienta bien aunque no hayas pensado salir de tu ciudad, pueblo o país como es mi caso.
Estoy muy feliz porque el trabajo está muy presente en mi día a día y como ya te comenté una vez, me cuesta ver el bordado como un trabajo, sí que es fundamental, al menos para mí, tener una disciplina de horarios. Cuando se trabaja por cuenta propia no hay horario y eso despista. Hay días que surgen actividades inesperados o esperadas y como no tienes un lugar donde ir a trabajar pues igual esa mañana no cojo una aguja, y luego me paso la tarde y casi la noche bordando.
Desde que comenzó este año he sido más rigurosa en este aspecto y me pongo un horario de mañana y tarde para no trabajar más de la cuenta que es lo que suele pasar cuando no trabajas para otra persona.
Te presento el punto trenzado. Comparto dos fotografías diferentes, pero del mismo punto para que veas la diferencia. El de arriba no está muy bien bordado, es la primera vez que hago este punto y según la explicación parecía como muy sencillo, para mí no lo ha sido, es decir que has de estar muy atenta para que la forma trenzada se dé.
Para que salga el dibujo has de tener muy en cuenta la distancia entre el punto anterior y el que comienza, el punto es como un punto de cruz, la diferencia es que la aguja se clava en el centro del punto que se va a cerrar, y otra diferencia es que no se hace una línea seguida de izquierda a derecha para volver de nuevo de derecha a izquierda y formar el punto de cruz, en este caso se hace a la vez.
Espero que haya quedado algo claro…