Mira esta foto, no sé qué pasará por tu cabeza, pero por la mía puedo ver una imagen con motivos bordados en diferentes tonos de color verde, en una tela muy arrugada. Yo me quedo con la tela arrugada y no me fijo en el bordado. Me imagino que cada ojo se fijará en un detalle, algo que le llame más la atención, en mi caso la arruga. Las apariencias. Si me fijo solo en la tela, entonces me estoy fijando en las apariencias, es decir, en lo que envuelve al bordado, y no me fijo en lo que esa “apariencia” muestra, que es el bordado. Para mí esta apreciación es un importante aprendizaje, porque la apariencia está bien, es lo primero que nos llama la atención, pero ¿y el fondo?. Llevemos esta cuestión a las relaciones interpersonales, una interesante pregunta que podríamos hacernos, sería ¿me fijo más en la apariencia o en el fondo de las personas? ¿Qué importa más?, ¿lo que la persona tiene o lo que la persona es? ¿Qué piensas tú?
Ser o tener, ahí está el debate. Si tengo valgo, si no tengo no valgo. Si soy no valgo, si no soy sí valgo. Voy a aclarar este último punto, si soy no valgo; quiero decir con esto que si soy, si me muestro tal cual soy, apartando las normas sociales de; tienes que ser amable, tienes que poner buena cara siempre, tienes que aparentar que todo está bien, tienes que ser educado, tienes que, tienes que…, entonces no valgo. Ahora si no soy, es decir si no muestro mi verdadero ser, entonces no valgo porque puede dejar de ser; educado, correcto, amable, condescendiente, etc.
La tela me muestra lo que es, una tela arrugada, que puede parecer fea porque no está lisa, planchada, además tiene hilos colgando, no está rematada, pero ES. Si la hubiese planchado probablemente la tela quedaría en segundo lugar y se apreciaría a primera vista el bordado. La apariencia esconde un fondo, en este caso, al menos para mí, la apariencia es bella y el fondo aún más.
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