-No, no me de bolsa. Esta era la respuesta que daba cuando comencé a comprar en el mercado del pueblo donde actualmente vivo, al principio los tenderos no entendían muy bien, pero ya me conocen y el frutero siempre me dice -sin bolsa, ¿no?. El pescadero duda, es lógico, a veces el pescado que compro puede gotear algo, o llevo demasiado y entonces con su mirada casi que me suplica que acepte su bolsa de plástico.
También cuando voy a comprar ropa, he de confesar que una vez en todo el año, ya sé que estarás pensando porque la compro por Internet, por ahora ni eso. Bueno, como iba diciendo que la vez que fui a comprar unos pantalones a mi hijo pequeño por su cumple, que por cierto los tuve que cambiar porque ya es mayor y los pantalones que le compré son -Mamá yo ya no me pongo eso, llevé mi bolsa de tela para guardarlos y tan feliz.
Te animo a que sigas mi ejemplo, seguro que ya lo haces, pero si además la bolsa que llevas ha sido bordada por ti mejor que mejor. Orgullos@ te tienes que sentir, y nuestros océanos ni te cuento.
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