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Sábanas cuento

Hace dos años tuve un pálpito, un impulso, una intuición, o una idea y acabamos antes. Esa idea fue ” bordar sábanas para cuna que tengan un dibujo y junto a éste una frase que sea el principio de un cuento”. La idea se coló en mi mente día y noche, y cuánto más pensaba en ella más me gustaba, con lo cual tomé la decisión de llevarla a cabo, bajarla a tierra. Cogí unas escaleras, eran muy altas y comencé a subir por ellas, peldaño a peldaño. La idea estaba muy arriba y se hizo larga la subida, pero al final llegué arriba, donde se encontraba la idea esperándome, un poco impaciente la verdad, por su gesto me decía que había tardado demasiado en alcanzarla. Le pedí disculpas, casi sin aliento, y la idea me perdonó, cambiando su semblante intranquilo por otro más relajado.

Bajamos juntas, la bajada fue más fácil, además fuimos charlando animadamente sobre cómo hacer para contagiar nuestra emoción a los demás. Pisamos tierra y nos pusimos a trabajar inmediatamente. A la idea primigenia fueron sumándose otras más, y así nos convertimos en un gran equipo, muy trabajador por cierto. Nos llevó unos meses todo el proceso, hasta que llegó el gran día, allí estaba la idea junto a sus ideas convertida en sábanas de lino para cuna, con cinco dibujos diferentes y sus respectivas frases iniciales de un bonito e interminable sueño.

Han pasado los años, y esa idea tan brillante, al menos para mí, muy poca gente, y cuando digo poca es muy poca, han vibrado con ella. Algunas las he regalado, otras las he vendido, aún quedan, ahí están esperando. A veces pienso que no se han visto porque no soy una marca exitosa, con muchos seguidores en las redes y franquicias y… y…y…

Pero como hay que sacar aprendizaje de todo, me quedo con este: No todo lo que te guste a ti tiene por qué gustar al resto, (“resto” me suena como muy despectivo), a los demás.

Nunca se sabe, igual un día alguien ve las sábanas y ¡me compra todas!, pero no es eso lo importante, lo que a mí realmente me ilusionaba de esta idea, y aún hoy me sigue ilusionando es que a mí me habría encantado dormir en unas sábanas con un cuento encima de mí y que cada noche mi madre, mi padre o juntos me hubiesen contado un cuento.