8 de marzo de 2024
Bueno pues ya estoy de vuelta. La última vez que publiqué fue el año pasado y, no recuerdo el mes. No importa. Vuelvo porque así, por ahora, parece que me muevo por impulsos.
Me encanta escribir, me encanta bordar. Pienso, alguna vez de hecho sí que lo he pensado y realizado, escribir y bordar, unir mis dos pasiones. Con lo cual aquí nos presentamos, la escritura, el bordado y la que firma esta entrada, yo.
Quiero retomar esta actividad con una reflexión. Vivimos tiempos acelerados, cambios inesperados o quizás esperados, pero que necesitan de tiempo de espera, de escucha. No sé cuántos ojos leerán estas palabras, me gustaría que llegase a mucha gente, no por vanidad, si no porque me haría sentir esperanzada, en el sentido de que aún se toma tiempo para leer algo nuevo, palabras que surgen sin más, sin ningún propósito más allá que el de la creación.
Crear para mostrar, mostrarme, es lo que más me puede costar. Una vez estuve en un taller sobre la muerte, es un tema que reclama mi atención, me lleva a preguntas con respuestas que no están registradas por el sello de lo científicamente comprobado, pero que a mi me ayudan a entender qué pasa durante y después de dejar este cuerpo.
Me enrollo, bueno este tema es muy interesante y lo abordaré en otra ocasión. Decía que en ese taller una mujer, también participante del mismo, se me acercó y me dijo al oído que me quitara el tapón de la botella y que dejara sacar todo lo que llevaba dentro.
Su amable consejo hizo el efecto contrario. No abrí el tapón sino que le di dos vueltas más para enroscarlo al límite.
Pero claro, uno no puede contener tanto, ya sabemos que existe la olla a presión, o por utilizar la analogía anterior de la botella, si movemos mucho la botella, que tenga gas por supuesto, llegará un momento que el contenido rebasará.
Como no quiero llegar a ese estado, he decidido a abrir esa misteriosa botella poco a poco.
Dejar volar mis pensamientos que serán seguidos por mis palabras, con el único deseo de saber que alguien se ha tomado el tiempo para leerlas.
Muchísimas gracias por haber llegado hasta aquí y en breve nos volveremos a encontrar.
¡A volar!
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