26 de julio de 2021
El sábado y el domingo no he escrito. Los fines de semana son para descansar. Con esta frase crecí. Imagino que los niños del presente no saben lo que es descansar. Me explico, por lo que puedo ver a mi alrededor y comparado con mi infancia, ya sé que está muy mal comparar, pero para lo que quiero exponer, necesito hacerlo.
Los niños comienzan las vacaciones de verano a finales de junio, tienen apenas una semana para comenzar otro tipo de colegio, que son los campamentos, así que se pasan todo el mes de julio madrugando y atendiendo a un adulto que sabe lo mejor para él, a través de juegos muy divertidos, lo importante de esto es impedir por todos los medios que el niño se aburra, no vaya a ser que aburriéndose le dé por imaginar y la imaginación hoy en día no está muy bien vista.
Llega el fin de semana, y tiene que haber también muchas actividades y si no las hay, existe una muy interesante para los adultos, que es el móvil o maquinita de juegos, donde el niño entra de lleno en esa minipantalla, con su cuerpo contorneado por la tensión, y todos sus sentidos alertas a esa actividad.
Aleccionamiento, es la palabra que me ha nacido hoy. Cuando la vida está calculada, medida, organizada, ¿segura? ¿para qué preocuparse? si dejamos nuestras vidas en manos de los que creen saber qué es lo mejor para nosotros, no sé… no sé…