“Se atormenta una vecina”, esta frase la oí por primera vez en mi juventud a un amigo, que si me lee sabrá a quién me estoy refiriendo. Me hizo tanta gracia que decidí hacerla mía, y ahora cada vez que veo una nube tormentosa digo esta frase. Estudiando el lenguaje humano, descubrí que esta frase pertenece a una figura retórica de construcción llamada Retruécano, la cual consiste en la contraposición de dos frases formadas por las mismas palabras con el orden invertido en una de ellas, con el fin que presenten un significado contradictorio o antitético.
No es lo mismo,
“Trabajar para vivir” que “Vivir para trabajar”
“Yo me baño en el río” que “Yo me río en el baño”
Mirando este bordado, pensaba en un Retruécano, y no encontraba ninguno, hasta que ha aparecido este, que sí siento que va de su mano;
“Uno para todos” y “Todos para uno”
Si te ha gustado este último, podrías hacer como hice yo con el que oí por primera vez en boca de mi divertido y querido amigo, hacerlo tuyo. Te propongo que en el día de hoy lo tengas muy presente, igual notas cambios a tu alrededor, y si te ha gustado, puedes repetirlo a diario o cuando sientas que la vida no va por dónde te gustaría que fuera. Yo pienso hacerlo mío hoy, y mañana, y pasado y al otro…